
Si el candidato Antanas Mockus asume la Presidencia, no quitará el impuesto del 4 por mil o de las transacciones financieras, y si es Juan Manuel Santos quien llega a la Casa de Nariño, en cuatro años reducirá el déficit fiscal actual de 4,5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al 1,5 por ciento.
Así lo plantearon ayer los asesores económicos más importantes de las dos campañas políticas y quienes se perfilan para ocupar la cartera del Ministerio de Hacienda en caso de triunfar sus candidatos. Se trata del ex codirector del Banco de la República Salomón Kalmanovitz, del Partido Verde, y el ex director de Planeación Nacional Juan Carlos Echeverry, del Partido de La U.
Durante un conversatorio en la Feria Financiera de Infraestructura, organizada por la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI) y bajo la atenta mirada del presidente de este organismo Juan Martín Caicedo Ferrer, Kalmanovitz expresó que en un eventual Gobierno de Antanas Mockus no quitarían el impuesto del 4 por mil debido a que “ante la situación fiscal por la que atraviesa el país, no habría de dónde ni con qué reemplazar esos recursos”.
El ex codirector del Emisor fue más allá y dijo que, por el contrario, habría que implementar mayores impuestos para tratar de cuadrar el enorme hueco que está dejando el gobierno del presidente Álvaro Uribe.
“Todos sabemos que el legado que nos deja el actual Gobierno es de un descuadre monumental de las finanzas, en el que se gastó desmedidamente debido a los increíbles niveles de corrupción y falta de transparencia. Por eso con el Gobierno Verde, vamos a ser muy cuidadosos con el dinero de los contribuyentes, ese dinero tiene que ser sagrado, por eso se debe manejar con pinzas”.
Por su parte, Echeverry expresó que uno de los planteamientos de los banqueros es eliminar precisamente el impuesto del 4 por mil y que “ese deseo debe respetarse. Ante un gobierno de Santos, eliminaremos ese gravamen porque es antitécnico y está impidiendo que más gente se bancarice y prefiera guardar sus ahorros debajo del colchón”.
Otro elemento que enfrentó los dos planteamientos de las campañas políticas con respecto al manejo de la economía fue el referente al IVA. Mientras Juan Carlos Echeverry anunció que no subirán el impuesto a las ventas, Salomón Kalmanovitz dijo que habría tres tarifas de IVA, de 4, 8 y 16, igualmente dos niveles de renta, 25% para empresas y 33% para personas.
Con respecto al manejo de las finanzas, Kalmanovitz expresó que el Gobierno no le está diciendo la verdad al país en materia de déficit fiscal para no afectar la candidatura del Santos.
“Prueba de ello es que aplazó para otra oportunidad la presentación de la regla fiscal que tenía programada para esta semana el ministro de Hacienda Óscar Iván Zuluaga, con lo que se demuestra que hay más un afán electorero que sincero para el manejo de las finanzas”, sostuvo el economista del Partido Verde.
Sobre la forma en que un gobierno de Santos podría reducir el déficit fiscal del 4,5 por ciento del PIB al 1,5 por ciento durante los cuatro años de mandato, Echeverry explicó que “desde el próximo 8 de agosto vamos a presentar varias reformas, entre ellas la de salud y la reforma a las regalías. Con el manejo eficiente de esos recursos, además con la confianza que desplegaremos con los organismos internacionales, vamos a lograr los recursos suficientes. Este es el plan fiscal del próximo Gobierno y ese es el objetivo, cuadrar el déficit fiscal, y lo pueden escribir en piedra”.
Con respecto a las obras de infraestructura, los dos asesores estuvieron de acuerdo con los planteamientos de la CCI, en el sentido de que los recursos deben ser ordenados con una fuerte planeación de las obras y una contratación seria y respaldada con argumentos jurídicos.
Echeverry, por ejemplo, propuso la creación de una entidad única que maneje desde la planeación hasta la contratación pública, “para no dejar dispersas en varios organismos funciones que luego se echan la culpa unas a otras y no son concretas en cuanto a las responsabilidades por retrasos o malas ejecuciones presupuestales”.
A su vez, Kalmanovitz señaló que “uno de las principales elementos que se deben desarrollar es acabar con la intermediación de contratistas que hacen lobby ante el Gobierno para sacar la mejor tajada. No, eso hay que acabarlo, no es posible que en Colombia las obras se retrasen tres y hasta cuatro años. Eso hay que ordenarlo y ser más eficientes, con los técnicos que se requieren”.
A LOS ECONOMISTAS de las dos campañas políticas les preocupa el manejo de los recursos destinados a la infraestructura.
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