viernes, 4 de junio de 2010

Casi 7 millones de pesos al año cuesta sostener un hijo


La inversión es alta por el valor de los productos especiales para bebés.

Cuando un hijo llega al mundo, sus padres no sólo se embriagan de felicidad sino que deben resolver de inmediato la forma en que van a conseguir los 7 millones de pesos que cuesta mantenerlo al año. Esa es la cruda realidad económica a la que se deben enfrentar las familias colombianas, según una investigación.

El estudio demuestra que los padres no solo deben realizar un enorme esfuerzo para acomodarse ante los nuevos gastos que se originan por parte del nuevo miembro, sino que deben reestructurar todos sus presupuestos.

El solo hecho de traer un hijo al mundo sugiere una inversión considerable en su ajuar de ropa, productos de bebé, pañales, leche, vacunas, habitación y accesorios que facilitan la crianza durante el primer año. A medida que crecen, algunos gastos pueden desaparecer, pero llegan otros como el jardín infantil, el colegio y los cursos complementarios.

Por ejemplo, el análisis destaca que la ropa en el primer año de vida es un gasto constante y considerable por el crecimiento tan acelerado. Las prendas básicas oscilan entre 20 mil y 80 mil pesos. Los cobertores, tan esenciales en el primer año, cuestan entre 30 mil y 70 mil pesos. También hay cobijas térmicas y antiácaros, desde 150 mil pesos.

Por ejemplo, fácilmente el primer mes del niño puede representar para los padres de estrato 3 cerca de un millón de pesos, sólo por concepto de ropa comprando los siguientes artículos: set de primera muda de hasta 10 piezas, 70 mil pesos; bodys (x 4), 40 mil; gorros y baberos (x 4), 50 mil; vestido completo (x 4) 300 mil pesos; pijamas (x 4), 100 mil; medias o patines (x 4), 50 mil pesos; zapatos (x 2 pares), 90 mil pesos; sacos (x 2), 100 mil; cobijas (x 3), 150 mil pesos.

Alexandra Jiménez, madre de dos niños de 5 y 2 años, asegura que “los niños, además de lo que implican sentimentalmente para uno como padre, se convierten también en un gasto bastante grande, especialmente cuando son bebés, pues los pañales y la ropa son cosas en las que uno tiene que invertir muy seguido y duran poco”.

Por otra parte los accesorios también juegan un papel fundamental en las compras. En el mercado hay coches básicos, cuatro en uno, que son cargador, cuna, paseador y silla del carro. Su costo va de 400 mil pesos hasta un millón 600 mil pesos. Las cunas cuestan, en promedio, entre 400.000 y 1 millón de pesos, según el material en el que estén fabricadas y las funciones que ofrezcan.

La silla para el carro vale entre 100 mil y 150 mil pesos. Así mismo el corral, que depende de si es sencillo o con música y vibración, tiene un valor entre 300 mil y 1 millón de pesos. Los biberones y la pañalera son elementos básicos. Los primeros pueden ser sencillos, de nueve mil pesos, o de tecnología avanzada, como el anticólico, que alcanza los 26.000 pesos. En cuanto a la pañalera, su costo está entre 40 mil y 300 mil pesos.

Otra inversión costosa que deben realizar las familias es la compra de elementos de aseo, productos básicos que engrosan aún más la lista de gastos. En los tres primeros meses el bebé gasta en promedio ocho pañales diarios y en su primer año alrededor de 2.180. Si un paquete de 30 cuesta 22 mil pesos, los padres deben pagar no menos de 1 millón y medio de pesos al año. La crema antipañalitis también es importante y vale entre 6.000 y 13.000 pesos.

A su vez, la línea infantil de higiene incluye elementos como champú, jabón líquido y crema. El kit de limpieza cuesta entre 8 mil y 15 mil pesos. La tina cuesta entre 40 mil y 300 mil pesos (la más sofisticada y con accesorios adicionales) y las toallas de 15 mil a 25 mil pesos. No hay que olvidar el termómetro: el más sencillo cuesta dos mil pesos y uno digital cerca de los 60 mil pesos.

A medida que el niño crece se eliminan algunos gastos como los pañales, pero llegan otros como el de la educación. La mensualidad en un jardín o colegio privado estrato 3 puede costar entre 60 mil y 150 mil pesos, sin incluir los uniformes y materiales necesarios. Igualmente se reduce el gasto en vestuario, sin embargo al año se gasta cerca de un millón de pesos.

Frente a esto Lisbeth Gutiérrez, mamá de una niña de 10 años, dijo a este Diario que “a pesar que mi hija ya no usa pañales ni tetero, mis gastos se han incrementado de forma considerable, pues además de la ropa ahora hay que sumar el uniforme, también los materiales para el colegio, las onces y demás gastos que implican la educación de un niño”.


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