martes, 22 de junio de 2010

El dólar se desploma y rompe la barrera de los 1.900 pesos


La pérdida de valor de la divisa es preocupante para el mercado cambiario.

Por culpa de las presiones externas, la cotización del dólar rompió la barrera de los 1.900 pesos y terminó ayer a 1.889,45 pesos con una depreciación de casi 18 pesos frente al peso. Esta revaluación de la moneda era esperada por los mercados, dada la complejidad de factores que están afectando el sistema financiero tanto de Europa como de Estados Unidos. Sin embargo, también hay hecho internos que pueden incidir en la cotización de la divisa.

De acuerdo al director de Investigaciones Económicas del Bancolombia, Daniel Niño Tarazona, el actual nivel coincide con el del 18 de marzo, dos semanas después de que el Banco de la República (BR) anunciara compras diarias de dólares por 20 millones durante 4 meses.

En un detenido análisis, Niño Tarazona señala que “en la coyuntura actual hay elementos que se deben considerar sobre la tasa de cambio. ¿Qué fuerzas ejercen presión sobre el nivel actual? Sobre los flujos al contado es claro que el sector privado ha sido demandante neto de dólares porque los giros al exterior superan casi dos veces los reintegros por exportaciones”.

Asimismo, otro elemento que señalan los analistas es que las divisas provenientes de remesas presentan una caída de casi 6 por ciento en lo corrido del año hasta mayo, porque se mantiene la compra de dólares para el giro de intereses de deuda externa y porque son fuertemente crecientes las salidas de dólares para pago de utilidades y dividendos de multinacionales.

Aún así, la demanda neta promedio mensual es 45 por ciento menor que la que había por parte del sector privado en 2009. Esto obedece a que la llegada de dólares por Inversión Extranjera Directa (IED) crece casi 15 por ciento mientras la compra de dólares por concepto de inversión colombiana en el exterior cae 25 por ciento. No menos importante es la caída en la demanda de dólares del sector privado para pago de su deuda externa, dicha cuenta presenta una caída de 21 por ciento en lo corrido de 2010 hasta mayo.

Indica el experto del Bancolombia que “en los próximos meses el proceso puede dar lugar a mayores presiones de apreciación de la tasa de cambio. Por ejemplo, abril registró el mayor superávit comercial para dicho mes en más de una década, además, la recuperación de las exportaciones no tradicionales puede generar aumento en la demanda por crédito externo y todo apunta a mayores niveles de IED (hemos elevado los flujos esperados en 2010 un 33 por ciento)”.

Otro factor que incide en la tasa de cambio, es que los volúmenes de producción mensual de petróleo continúan al alza, creciendo casi al 20 por ciento en mayo. Puede que parte del proceso se compense en algo por una menor caída o un leve crecimiento en las importaciones de bienes de capital en el segundo semestre, en la medida en que se recupera la utilización de la capacidad instalada.

Como ha sido costumbre en años recientes, el sector público continúa siendo oferente neto de dólares. Aunque persisten riesgos externos, el último reporte sobre petróleo espera que a finales del año lleguemos a niveles de 89 dólares el barril.
“Basado en cuentas a medias, se estima que falta poco menos de la mitad de reintegros por deuda pública externa, al tiempo que según estimativos de la inversión de capital de Ecopetrol, estaríamos similarmente en el 50 por ciento de los flujos de reintegros. Es decir, la presión oferente del Gobierno se va a elevar, pero sí estará en niveles cercanos a los 500 millones de dólares mensuales”, sostiene Lozano.

Pese a que en su encuesta industrial de abril la Andi reseña que para 21 por ciento de los empresarios el problema más importante es la demanda, el tercer principal problema (11.6 por ciento), muy cercano a materias primas (12 por ciento), es la tasa de cambio. En la medida en que desde abril el peso se ha apreciado 2.5 por ciento y está en niveles similares a los de febrero, es probable que las respuestas de tipo de cambio crezcan.

De acuerdo a lo señalado por el informe del Bancolombia, con excepción del colón de Costa Rica, el peso colombiano en 2010 se ha apreciado frente a las monedas de países que podrían ser cada vez más socios estratégicos comerciales. Son países que este año pasaron a representar 67 por ciento de las exportaciones no tradicionales.
Por otro lado -sostiene el análisis- es evidente que la oferta de dólares a plazo ha conllevado una sustancial caída de la posición propia en dólares de los intermediarios cambiarios. Los flujos de oferta a plazo representan una visión positiva del peso dado que el país mejora las expectativas de crecimiento, disminuyen los riesgos de inflación, aumentan las perspectivas de ingresos extraordinarios por la bonanza minera, se han mantenido aislados los activos internos de la volatilidad externa por Europa, se contiene el deterioro fiscal con un amplio consenso de reformas y se implementa la regla fiscal de superávit primario.

De allí que los investigadores indiquen que es complicada la evolución de la tasa de cambio frente la tarea del Banco de la República, entidad que definitivamente ha ido implementando una política de inflación objetivo flexible.


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