
EN SU reunión de hoy, la Junta Directiva del Banco de la República dejará estable la tasa de interés de referencia. Así lo prevé el mercado financiero, que no espera sorpresas ni modificaciones sobre el costo del dinero que el Emisor cobra a los bancos por sus operaciones de canje.
De acuerdo al investigador Jorge Rodríguez, “los resultados de la última encuesta de opinión financiera de Fedesarrollo muestran que la mayoría de los administradores esperan una estabilidad en la tasa de interés para los próximos seis meses. Mientras que el 48 por ciento de los encuestados esperan que la tasa de interés de intervención aumente, ningún administrador espera lo contrario y el 52 por ciento restante cree que se mantendrá en su nivel actual”.
A pesar de que son más los encuestados que esperan una estabilidad en la tasa de interés que quiénes vislumbran un aumento, durante los últimos dos meses la percepción de optimismo ha disminuido sobre el rumbo que pueden tomar los intereses.
Para el ex ministro de Comercio, Jorge Luís Botero, “si el Banco de la República decide dejar quietas las tasas es porque todavía no existen presiones de inflación.
De allí que los directivos prefieran manejar con prudencia la política monetaria en el corto plazo, pero esto no quiere decir que en el mediano plazo no decidan bajar o subir los intereses”.
Frente a la percepción que tienen los administradores sobre la posición actual de la política monetaria por parte del Banco de la República, el 73 por ciento de los consultados considera que ésta es expansiva, el 3 por ciento piensa que es restrictiva y el 24 por ciento restante cree que es neutral.
Política monetaria
Sin duda la política monetaria y la fiscal son consideradas como las mayores preocupaciones por parte de los inversionistas, como lo destaca la consulta de Fedesarrollo. Mientras que la percepción de la política fiscal como obstáculo para la inversión disminuyó, la de la monetaria se incrementó.
Sin embargo, como lo sostiene el analista de la Universidad Nacional Bernardo Ramírez, “las política monetaria y fiscal son las mayores preocupaciones a la hora de invertir y el mercado está percibiendo que todavía no es momento para tomar decisiones y mucho más, en medio de las elecciones presidenciales”.
Sobre el impacto que puede recibir el mercado del dinero al mantenerse durante mucho tiempo los bajos intereses, el investigador de la firma Gesvalores, Gerardo Rojas, sostuvo que “otro efecto que está saliendo a flote con la política de tasas por parte del Emisor, es que ahora es posible prever que la DTF (tasa de depósitos) continúe acercándose lentamente a la tasa de referencia. De tal forma es probable que, debido a los altos niveles de liquidez en el mercado, la DTF se ubique dentro del intervalo comprendido entre 3.80 por ciento y 4.00 por ciento efectivo anual”.
Asegura el investigador que, a diferencia de lo sucedido otros países, en Colombia la inflación básica y las expectativas de inflación se han reducido, a pesar de que aún superan o se sitúan en la parte superior del rango-meta de largo plazo. Una gran parte (cerca de un 80 por ciento) de esta disminución de la inflación está asociada con caídas en los precios de los alimentos, que en una parte serán duraderas y, en otra, temporales.
Respecto a este hecho, las expectativas de inflación, medidas a través de las encuestas del Banco de la República apuntan hacia un aumento de la misma en 2010, lo que sugeriría que el IPC va a mantener una senda baja y estable por un tiempo, mientras la economía mundial empieza a recuperarse lentamente.
“Todo esto implica que las tasas de interés reales no pueden ser arbitrariamente bajas por un período prolongado, sino que deben tomar en cuenta el logro de la meta de inflación de largo plazo. Por lo tanto, el nivel actual del 3,5 por ciento, que es claramente expansivo, no se puede mantener en el largo plazo puesto que, además de lo anteriormente expuesto, las decisiones de política monetaria deben tener en cuenta toda la información disponible (sobre el comportamiento de la economía y del contexto internacional) que pueda alterar los pronósticos macroeconómicos”, argumenta Rojas.
Al respecto, el investigador Ramírez asegura que “en la medida que la economía empieza a recuperarse deja de ser viable mantener las tasas de interés en niveles muy bajos, puesto que esto generaría fuertes presiones inflacionarias en el corto y mediano plazo. En este sentido, una de las principales lecciones de la actual crisis financiera global es que bajas tasas de interés reales por períodos de tiempo muy largos, pueden generar inestabilidad financiera”.
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