
Añadió el directivo que de esta forma, el Seguro Social, transformado en Colpensiones, debería ser el encargado de administrar un nuevo pilar solidario, orientado a la población más pobre y con una baja probabilidad de obtener una pensión.
De acuerdo con Montenegro, “como este programa costaría alrededor de un punto del PIB, se podría financiar en parte con una contribución a las pensiones más altas, y el faltante sería con cargo al presupuesto nacional. Para complementar el esquema, los llamados BEP (Beneficios Económicos Periódicos) que están siendo reglamentados en la actualidad, deberían diseñarse en forma consistente con este nuevo pilar solidario”.
Indicó el presidente de Asofondos, que otro de los grandes obstáculos a la formalidad, son los altos costos que generan en la nomina los impuestos (en especial los parafiscales).
“Los costos no salariales representan un 60 por ciento del salario y en el caso de los salarios más bajos alcanzan un 70 por ciento”, quien agregó, que “lo más grave de todos estos costos es que los llamados impuestos puros, es decir, los aportes que no se traducen en beneficios directos ni para los empleados, ni para el empleador, también han subido y, hoy en día, representan hasta un 12,5 por ciento del salario, incluyendo los parafiscales. Ningún país en América Latina tiene impuestos a la nómina no asociados a la seguridad social tan altos como Colombia. En Brasil están en un 8,5 por ciento, en México oscilan entre 6 y 8 por ciento, mientras en Perú son de un 2 por ciento y en Ecuador un 1 por ciento”.
Por otra parte, se conoció que el ahorro de los colombianos en los fondos de pensiones representa un 15 por ciento del PIB
Al evaluar el desempeño del sistema de ahorro individual, el presidente de Asofondos destacó que infortunadamente, en pensiones la dinámica de crecimiento no ha sido tan importante, pues sólo el 28 por ciento de la población económicamente activa cotiza regularmente.
Pese a ello, señaló Montenegro, “el régimen de ahorro individual con solidaridad ha tenido un gran desarrollo. Hacia 1996, el ahorro de los colombianos en los fondos de pensiones obligatorias representaba menos de un 1 por ciento del PIB y hoy equivale a un 15 por ciento, unos 80 billones de pesos. De este total, 46 billones de pesos, más del 50 por ciento, son los rendimientos obtenidos por las inversiones realizadas por las administradoras de los fondos. Esto corresponde a una tasa anual real de 9 por ciento”.
En el mismo sentido, Montenegro resaltó el interés de los fondos privados de invertir más en infraestructura de transporte como lo han hecho los fondos de pensiones de Chile, Perú y México. “Estamos a la expectativa de la estructuración de nuevos proyectos como el tramo tres de la ruta del Sol y las autopistas de la Montaña”, dijo.
El directivo destacó la dinámica que el sistema de ahorro individual ha otorgado al mercado de capitales y a su vez a estimulado una mejor y más eficiente asignación del ahorro nacional a inversiones con mayores retornos.
“En los últimos años, los fondos de pensiones privadas han sido claves para el nacimiento y desarrollo de la industria de Fondos de Capital Privado. Hasta el momento, las AFP han comprometido 1 billón de dólares en 12 de estos Fondos, 2 de los cuales están dedicados exclusivamente al tema de infraestructura”, afirmó Montenegro.
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