
Confirmando la tendencia a la baja que ha mostrado a lo largo del año, entre enero y noviembre las ventas externas de café se desplomaron 30 por ciento. Durante este periodo, las exportaciones del grano a los mercados internacionales fueron de 7.044.000 sacos, cuando en el mismo lapso del año pasado eran de 10.079.000.
De acuerdo a la Federación Nacional de Cafeteros, el ingreso para los caficultores de Colombia en once meses ascendió a 3 billones de pesos. Sin embargo, frente a estas cifras las perspectivas son alentadoras, teniendo en cuenta el repunte de la cotización del grano en los mercados internacionales y del precio del dólar observado en los últimos días del año. En los dos últimos días la cotización en Nueva York se ha movido entre los 1,94 y 1,96 dólares, pero se prevé que puede seguir aumentando a corto plazo.
Señala la Federación que precisamente en noviembre se registró la mayor producción observada desde marzo de este año. De acuerdo con el comportamiento de los registros de exportación, la producción fue de 760.000 sacos de 60 kilogramos.
A pesar de estas ventas, durante ese mes la producción cayó 19 por ciento teniendo en cuenta que en el mismo mes de 2008 se produjeron 933.000 sacos de 60 kilogramos. Este comportamiento estaría confirmando las proyecciones en el sentido de que a partir de noviembre mejorarían las cifras cafeteras. En lo corrido del año, enero-noviembre, la producción ascendió a 6.991.000 sacos.
En el cierre del mes once las exportaciones fueron de 554.000 sacos de 60 kilogramos que, si bien representa una caída de 39 por ciento frente al mismo mes del año anterior, es la mejor cifra vista desde julio pasado.
Uno de los factores que han pesado a lo largo del año en la caída de la producción cafetera, es que la poca luminosidad y las lluvias permanentes llevaron la producción del café colombiano a 9,3 millones de sacos, lo que significó una reducción en la participación del mercado de 20 por ciento.
Así lo señaló el presidente de Asoexport Jorge E. Lozano Mancera, quien manifestó que de igual manera la reducción de la oferta disparó los precios del grano colombiano restándole competitividad frente a productos similares ofrecidos por países de Centroamérica y Asia.
Lozano declaró que “este fue un año muy difícil porque la cosecha colombiana se bajó tres millones de sacos, no había dónde conseguir café colombiano, el precio se disparó, había que reemplazarlo con algo y tocaba ir a buscarlo. Era una tragedia, porque para las mezclas se usaron, con mayor participación, cafés guatemaltecos o salvadoreños o kenías, que sí estaban disponibles en el mercado”.
Para producir el café se necesita luminosidad, pero dos años seguidos de invierno afectó considerablemente la producción y la competitividad del grano nacional, a lo que se sumó una etapa de transición donde fueron renovados miles de hectáreas del cultivo.
Sin embargo, el panorama no es del todo negativo y los exportadores advierten que una nueva etapa de verano y la entrada de nuevas hectáreas de cultivos permitirán una recuperación de la producción y para el 2010 se podría llevar a superar los 11,3 millones de sacos estimados.
“En los próximos meses a partir de diciembre esperamos sea normal la luminosidad, aunque esto significa la recuperación de lo que no se vendió durante todo el año. Esta nueva etapa permitirá que el café colombiano vuelva a tener su participación dentro del mercado internacional”, dijo Lozano Mancera.
El representante de los comercializadores sostuvo que aunque en los últimos días de noviembre en el mercado de Nueva York se registró una leve disminución de los precios del grano colombiano, debido a la intervención de los Fondos de Inversión y no propiamente por un aumento de la oferta cafetera colombiana, en las últimas jornadas la cotización ha mejorado sensiblemente.
“Los Fondos que representan intereses particulares no propiamente responden a los fundamentales del mercado. Pues es el café, y especialmente el colombiano el único que mostró una disminución dentro de los comodities cotizados en Nueva York”, dijo.
Según el presidente de Asoexport la participación de inversionistas que tradicionalmente no participan en la oferta del producto genera distorsiones del mercado, lo que podría interpretarse como una actividad especulativa.
Entre tanto el clima sigue incidiendo directamente sobre la cosecha de fin de año y a pesar de que el mercado ha buscado asegurarse aun los volúmenes no son los esperados por el mercado internacional, concluyó Lozano Mancera.
De todos modos, el comportamiento que ya mostraron tanto la producción como las ventas externas en noviembre pasado, demuestra que los caficultores podrán respirar tranquilos ante una buena temporada de buenos precios y mejores ventas para comienzos del año 2010.
No hay comentarios:
Publicar un comentario