La dependencia comercial pone en riesgo el crecimiento

Ante las complicaciones con sus vecinos y la demora del TLC, Colombia debe mirar hacia otros mercados para colocar con eficiencia sus productos.

La fuerte dependencia comercial de los mercados de Estados Unidos, Venezuela y Ecuador, está poniendo en riesgo el crecimiento económico del país. Así lo sostiene un estudio del Centro de Pensamiento de Estrategias Competitivas, CEPEC, de la Universidad del Rosario. Señalan los investigadores que en el 2008, estos tres países concentraron el 58 por ciento del total de las ventas externas de Colombia, un nivel preocupante ante la incertidumbre con el Tratado de Libre Comercio, TLC, con EU, y la inestabilidad comercial y política con las naciones vecinas.
Para el director del CEPEC, Saúl Pineda, en un escenario de crisis económica mundial, donde las prácticas proteccionistas se están reactivando, resulta fundamental que los empresarios nacionales emprendan la diversificación de mercados como una estrategia prioritaria.

“La diversificación de mercados se convierte, entonces, en una estrategia apropiada para mejorar las condiciones competitivas de las empresas, obtener información comparativa de los mercados mundiales, disminuir la dependencia respecto a un número reducido de mercados, aprovechar las oportunidades coyunturales en los precios y evitar el enfrentamiento directo con los principales competidores”, explicó el directivo.

Sostienen los analistas que un buen ejemplo de ello es Brasil, que además de tener un portafolio exportador diversificado en términos de productos, también ha logrado minimizar el riesgo de una alta dependencia de pocos mercados, lo cual le representa la posibilidad de ampliar sus oportunidades de negocio y competir en cualquier lugar del mundo.

Mientras en Colombia los mercados de Estados Unidos y Venezuela concentran cerca del 54 por ciento del total de sus exportaciones, en Brasil son diez las naciones que concentran dicho porcentaje: Estados Unidos, Argentina, China, Alemania, Países Bajos, Japón, Venezuela, Chile, Italia y Rusia.

De otro lado, los expertos consideran que la dependencia comercial del país cambia cuando se analiza por Departamentos. Por ejemplo, dos regiones que presentan un alto grado de dependencia de estos mercados son Bogotá-Cundinamarca (vehículos, flores y químicos) y Santander (cárnicos, lácteos y café), que durante el 2008 concentraron el 66 por ciento y 68 por ciento, respectivamente, de sus ventas externas en los mercados de Venezuela, Estados Unidos y Ecuador.

Destacan los analistas que por su parte otras regiones como Antioquia (54 por ciento), Eje Cafetero -Caldas, Risaralda y Quindío- (54 por ciento), Valle del Cauca (50 por ciento) y Atlántico (48 por ciento), registran niveles de dependencia de estos mercados cercanos al nivel nacional, lo cual evidencia la importancia de buscar alternativas innovadoras, en las políticas públicas y en las estrategias del sector privado, que les permitan a las empresas de las diferentes regiones del país avanzar en la identificación de oportunidades de mercado alternativas a los tradicionales.

Otro aspecto destacado es el del departamento de Bolívar, un caso bastante singular, ya que presenta uno de los niveles más bajos de dependencia (27 por ciento) de los tres mercados, gracias a la implementación de una estrategia sustentada en el desarrollo de un clúster petroquímico (productos plásticos y químicos) que incursiona en otros países latinoamericanos como Perú, Brasil, Costa Rica y México, que además le sirven de plataforma para aprender e incursionar a nuevos mercados como el de China.

Para Saúl Pineda, el análisis presentado permite establecer que, en un escenario de dificultades como en el que hoy se mueve la economía del mundo, resulta prioritario el diseño e implementación de políticas y estrategias en áreas estratégicas como infraestructura, ciencia, tecnología e innovación, de tal forma que los empresarios y las regiones colombianas puedan mejorar su productividad y competitividad en los mercados internacionales.