viernes, 15 de mayo de 2009

Estratos 1 y 6 de la población se sienten hoy más pobres


La pérdida de empleo y la incertidumbre generada por la crisis económica, han hecho que los colombianos se sientan más pobres. Aunque es normal que la población de más bajos ingresos reniegue de esta condición, lo preocupante es que los ciudadanos de estratos más altos creen que hoy sufren esta calamidad. Por lo menos así lo refleja la última encuesta social realizada por los investigadores de Fedesarrollo.

Señala el estudio dado a conocer ayer pero llevado a cabo durante el año pasado en las principales ciudades del país, que 23 por ciento de la población de Bogotá es pobre, pero 40 por ciento de los hogares ya siente esta condición.

Asimismo, indica la encuesta que 58 por ciento de los colombianos de estratos bajos se siente pobre, pero también el 12 por ciento de las familias de los estratos 5 y 6 consideran que ya son pobres por la pérdida de poder adquisitivo.

A esta sensación de pobreza, los colombianos han tenido que afrontar la pérdida de empleo o la mala calidad del mismo. Según la encuesta longitudinal del organismo de análisis, el 33 por ciento de los asalariados privados no recibe beneficios legales. Destaca que las primas, cesantías y subsidios ya no hacen parte de los ingresos de este grupo de personas.

Al respecto, la senadora y candidata presidencial independiente, Marta Lucía Ramírez, planteó la necesidad de adoptar un modelo económico fundamentado en el emprendimiento, el conocimiento y la cobertura al 100% en educación superior para reducir la pobreza en el país.

La investigación también determinó que 50 por ciento de los trabajadores independientes de estratos bajos, está en esa condición debido a la exclusión o porque fue despedido de su puesto o porque se cansó de buscar una plaza de trabajo y tomó la decisión de trabajar por su cuenta.

Según el director adjunto de Fedesarrollo, Mauricio Santamaría, “la informalidad es cada vez peor entre estratos bajos y medios”.

Además, cerca de 14 por ciento de los salariados en 2007 pasaron a cuenta propia. Como consecuencia de la falta de empleo, el aumento del trabajo independiente, y la galopante crisis económica, cayeron las afiliaciones de la población de estratos bajos y medios a los fondos de pensiones y cajas de compensación.

Ante esta situación, Santamaría señaló que el país requiere de una nueva reforma laboral, “una reforma profunda en la que se ataquen los costos en la generación de empleo formal y los subsidios”.

Estos resultados, tanto de la pobreza como en la parte laboral, se unen a lo que actualmente perciben los hogares sobre la difícil situación económica que enfrenta Colombia y que está haciendo estragos en las perspectivas de los hogares sobre su propio futuro y el del país.

Al finalizar el primer trimestre del año, el Índice de Confianza del Consumidor, que elabora Fedesarrollo con base en una encuesta de opinión, cayó a menos 4,8 puntos, que es la cifra más baja desde el 2002.

Comparativamente el Índice retrocedió en casi 36 puntos al registro que se tenía en marzo de 2008, indicó el informe de la Fundación.

El 7,9 por ciento neto de los encuestados considera que dentro de un año la situación económica del país será peor a la que se tiene actualmente.

Hoy en día son más los colombianos, un 49 por ciento, que piensan que el actual no es un buen momento para comprar bienes durables de quienes, con el 45 por ciento, creen lo contrario.

En Bogotá, Medellín y Cali es más pronunciado el índice negativo de confianza de los consumidores, indicó Fedesarrollo.

Asimismo, la Fundación reveló también los resultados de la Encuesta de Opinión Empresarial en donde se da cuenta de una leve recuperación en el índice de confianza sectorial que, aunque negativo, de menos 17 puntos, no siguió cayendo.

El Índice de Confianza de los comerciantes por el contrario siguió en picada. Se ubicó en menos ocho puntos. En el informe también se advierte que las familias colombianas, le están huyendo a los préstamos bancarios, de amigos, socios y hasta de los que facilitan los propios familiares.

La razón es evidente. La crisis económica y sus efectos en el presupuesto familiar. El estudio de la Fundación, basado en una encuesta personal, reveló que apenas el 31 por ciento de las personas que fueron consultadas dijo haber acudido a un préstamo bancario en el último mes, mientras que el 69 por ciento restante manifestó lo contrario. Los colombianos, de acuerdo al mismo estudio, también están acudiendo en menor proporción a los créditos familiares o de amigos.


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