Mientras en 2008 fueron adquiridos del exterior 167 mil sacos, para este año la cifra podría superar los 500 mil.Tras la caída de la producción y la buena cotización internacional, el país triplicará sus importaciones de café procedente de países como Ecuador, Perú y Brasil. Lo peor de todo es que de 1.5 millones de sacos que consume el país, más del 50 por ciento será comprado en el exterior.
De acuerdo con el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Gabriel Silva, Colombia importará este año 600 mil sacos de café, cifra muy superior a lo adquirido en años anteriores, al comprar 146 mil sacos en 2007 y 167 mil el año pasado. La intención de los cafeteros es suplir la demanda interna mezclando el grano importado con el nacional, y no tener que bajarle la calidad al grano exportable.
De la misma forma, Silva explicó que el Gobierno adelanta una medida que exigirá a los importadores una marquilla que indique de dónde proviene el grano que se consume en el territorio nacional.
“Creemos que la forma de garantizar que las importaciones se hagan ordenadamente, que no tengan riesgos fitosanitarios y que no se conviertan en fuentes de distorsión del origen es que sean los propios industriales los que importen y respondan por esas compras”, agregó el dirigente gremial.
Los cafeteros reiteraron que la disminución en la producción del grano era algo ya predecible para ellos, pues una vez calculados los procesos de renovación de cosechas tenían que descontar su producción por hectárea y también explicaron que dificultades como los altos precios de los fertilizantes y la prolongación de las lluvias el año pasado, provocaron la disminución de las cosechas.
Renovación
Silva dijo que el parque productor en renovación será de alrededor de 260 mil hectáreas, una cuarta parte del total del área cafetera del país, y “aspiramos que con esa renovación, Colombia mantenga y defienda su participación en el mercado”.
La Federación insistió en resaltar las garantías que para los cafeteros significa renovar sus cultivos, porque “una hectárea envejecida le significa a un productor utilidades de cerca de 150 mil pesos por mes, al negociar 3 o 4 sacos de café de no muy alta calidad, mientras que una hectárea renovada entrega 500 mil pesos y 17 sacos del grano”. La meta del país para 2014 es que Colombia adelante una producción de 17 millones de sacos, cerca de nueve millones adicionales a los que produce hoy.
En lo referente a la alta cotización del producto en el mercado internacional, Silva indicó que es un momento para celebrar, pues esta representa mejores ingresos para los productores colombianos.
Por su parte, los cafeteros precisaron que no pueden calcular el comportamiento del precio para los próximos meses, pero estimaron que la producción nacional estará entre 10,5 millones a 11.5 millones de sacos de café.

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