viernes, 17 de abril de 2009

Banqueros piden eliminar el 4x100 y la retefuente


Una vez más el gremio financiero del país le pidió al Gobierno quitar tributos para agilizar un mayor desempeño de la economía.

Los banqueros del país le pidieron al Gobierno eliminar de forma gradual el impuesto del cuatro por mil y el desmonte del impuesto de renta. Aunque desde hace tiempo el gremio financiero ha insistido en la desaparición del tributo a las transacciones que realizan los colombianos ante los bancos, es la primera vez que van más allá y solicitan quitar el impuesto de retención a la fuente.

Así lo solicitó la presidente de la Asociación Bancaria, Asobancaria, María Mercedes Cuellar durante la instalación del primer congreso sobre sistemas e instrumentos de pago que realiza la agremiación en Cartagena con la participación de las autoridades económicas y de regulación.

A juicio de la dirigente, tanto el cuatro por mil como el impuesto de renta son dos elementos que desestimulan la bancarización de más colombianos y dificultan el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas.

Señala Cuellar que los esfuerzos realizados para aumentar la bancarización (en 2008 el 56 por ciento de la población tenía acceso a algún producto financiero, mientras que en el 2002 solo el 39 por ciento lo tenía) y la amplia cobertura geográfica que se ha alcanzado con los corresponsales no bancarios, que ya están en el 93 por ciento de los municipios del país, se anulan por políticas que estimulan el uso del efectivo como medio de pago.

En Colombia, dijo, el efectivo pasó de representar alrededor del 50 por ciento del valor de las cuentas corrientes a principios de los noventa, a superar el 100 por ciento en 2008, volviendo a los niveles registrados en los primeros años de la década de los cuarenta.

En consecuencia, los banqueros sugieren una vez más el desmonte del cuatro por mil pero de manera gradual, con lo cual no se afectan las finanzas del Estado.

La propuesta consiste en que en el primer año el porcentaje pase del cuatro al dos por mil, y en el segundo sea eliminado. De esta forma los menores ingresos podrían ser compensados con ingresos fiscales originados en otros instrumentos de pago.

La formalización

Sostiene la Asobancaria que la retención en la fuente, por su parte, si bien fomenta el recaudo fiscal, limita el proceso de formalización de la economía y el uso de los sistemas electrónicos.

“Pretender que una microempresa o un establecimiento comercial en aras de la formalización pasen de no tributar, a pagar impuestos como el IVA, la renta y el ICA, no se compadece con la realidad del país”, subrayó María Mercedes Cuellar.

Para la presidente del gremio financiero, el haber establecido retenciones en la fuente vinculadas a los sistemas de pago, sin tener esquemas progresivos de formalización de los agentes económicos y de simplificación de las liquidaciones, estimula el uso del efectivo y entorpece la adopción de nuevos esquemas de pago como las tarjetas plásticas o la banca móvil.

Por ello sugirió evaluar la eliminación de la retención en la fuente vinculada a los sistemas de pago o, por lo menos, diseñar mecanismos de transición tributaria realistas para estimular la formalización de la economía y reducir el uso del efectivo.

De otro lado, los banqueros propusieron que sea el Banco de la República la entidad que vigile el conjunto de los sistemas de pagos y sus innovaciones en estas áreas, inclusive aquellas introducidas por agentes no financieros, teniendo en cuenta su posible impacto sobre los agregados monetarios, la velocidad de circulación del dinero y la política monetaria.

Para los banqueros, los sistemas de pago en el país están integrados por un mosaico de entidades financieras y no financieras que fragmenta el mercado e impide que el supervisor financiero, el Banco Central, e inclusive el Gobierno, tengan una visión de conjunto de los mismos.

“El hecho de que no exista unidad regulatoria ni de supervisión, da lugar a arbitrajes normativos o riesgos no cuantificados en estas transacciones, en particular cuando no se dispone de información acerca de volúmenes procesados o de reglas de acceso y funcionamiento. Inclusive, para ciertas operaciones, además, existen captadores u operadores ilegales de giros nacionales como lo reconoce el mismo Estado”, explicó Cuellar.

Según los administradores de las casas bancarias, el Banco de la República, como agente neutral, podría contribuir a encontrar el justo equilibrio entre normas prudenciales, que protejan la estabilidad de los mercados y los recursos de los usuarios.

De igual manera, los banqueros consideran que el Banco de la República ya cumplió eficientemente su papel como operador en los sistemas de bajo valor y que existe una amplia gama de servicios privados seguros y eficientes, por lo cual sugieren que sea evaluada la posibilidad de desmontar las operaciones del Cenit y del Depósito Central de Valores del Emisor.


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