viernes, 6 de marzo de 2009

Ahorradores no quieren saber nada de créditos ni pirámides


Cada vez son más los colombianos que prefieren guardar su dinero para aguantar el impacto de la crisis económica, antes que endeudarse

Tras la quiebra de las pirámides y de la profunda crisis económica por la que atraviesa el país, los colombianos le están tomando aversión a los créditos. Por lo menos así lo demuestran las diferentes cifras dadas a conocer por entidades como la Superintendencia Financiera y otras compañías privadas de investigación.

Lo que no es normal, es que ahora que están bajando las tasas de interés y de que existe una gran disposición del sistema financiero para otorgar créditos, los usuarios no estén aprovechando estas gangas, y ¿por qué existe tanto dinero circulando de forma subrepticia, como lo demostró el auge de pirámides, en el que quedaron al descubierto “inversiones” cercanas a los 2,5 billones de pesos?

Con el estallido de las captadoras ilegales de dinero, se demostró que miles de personas, que no acostumbran utilizar al sistema financiero, sí cuentan con un gran potencial de ahorro que guardan para aprovechar oportunidades de negocios o de transacciones en que prefieren arriesgar el capital atraídos por los ofrecimientos de millonarias ganancias.

Aunque muchas de estos inversionistas destinaron recursos propios para colocarlos en lo que quisieron, otras personas acudieron al sistema financiero para solicitar créditos para dejarlos en las pirámides. Con la quiebra de esas compañías, hoy están endeudados con los bancos y su cartera en mora se ha convertido en un dolor de cabeza para las entidades.

“Con tanto dinero que manejaron las pirámides, los colombianos demostraron que a la hora de arriesgar sacan dinero de donde sea. Sin embargo, esa coyuntura se acabó con la quiebra de esas captadoras de dinero. Miles de personas quedaron sin nada, con deudas, y hoy no quieren saber del sistema financiero ni de créditos.

Solicitudes

De allí que la solicitud de financiación para consumo o para compra de vivienda o comercio, esté disminuyendo desde finales del año pasado. Todo indica que para este año la tendencia será igual”, sostuvo el analista Gerardo Rojas, de la firma Gesvalores.

Pero otro elemento que ha contribuido a esta desazón de los consumidores por las deudas, proviene de la profunda desaceleración económica por la que atraviesa el país, sumado al incremento del desempleo.

“Me contento con mantener lo indispensable para mi familia. No quiere saber nada de deudas ni de pirámides, ante esta situación económica lo fundamental es mantener mi empleo, para no empeorar las cosas. De pronto al final de mes me queda algo de dinero, pero prefiero guardarlo para prevenir y aguantar un poco la crisis económica”, sostiene Álvaro González, empleado de una entidad bancaria.

Antes esta evidencia de desmotivación de las personas por las deudas, la presidente de la Asociación Bancaria, María Mercedes Cuellar, informó que los bancos tienen suficiente liquidez pero la demanda por el crédito bancario, incluso de parte de sectores que antes se quejaban de que los bancos no les facilitaban recursos, como el agropecuario y la pequeña y mediana empresa, se está debilitando.

De acuerdo a las últimas cifras reportadas por la Superfinanciera, la cartera total del sistema ascendió en enero del 2009 a 147,1 billones de pesos, equivalente a un crecimiento anual del 17,2 por ciento, (inferior al del mes anterior 17,7 por ciento) resultado influenciado principalmente por un menor dinamismo en el crecimiento de la cartera de consumo que alcanzó una variación anual de 10.5 por ciento. Asimismo, en enero de este año se presentó una caída en el otorgamiento de nuevos créditos, al pasar de 24,4 billones en enero de 2008 a 20,7 billones este mes, con una disminución anual de 15,3 por ciento. Es importante tener en cuenta que parte de este menor saldo se explica porque durante enero de 2009 se consideran 4 semanas mientras que el resultado de enero de 2008 incorporó información de 5 semanas.


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