martes, 25 de noviembre de 2008

El Gobierno debe bajar precios de combustibles


Las actuales cotizaciones del crudo en franca caída suponen una reducción del valor de la gasolina en Colombia. Sin embargo, el Ejecutivo no ha trasladado estos alivios a los consumidores

Colombia tendrá que realizar ajustes en la política económica para equilibrar sus finanzas teniendo en cuenta los actuales precios del petróleo y, además, tiene que pensar en mejorar la exploración y la producción petrolera, ante la descolgada que esta semana alcanzó el barril a US$50. Sin embargo, es urgente que el Gobierno baje el valor de la gasolina y de los otros combustibles, ante la caída de las cotizaciones internacionales del crudo. Esta disminución debería ya reflejarse en los meses de noviembre y diciembre.

Así lo señaló el senador Hugo Serrano Gómez, uno de los especialistas que más conoce el sector de los hidrocarburos. En un análisis de la situación actual del crudo en Colombia, el dirigente manifiesta que “la experiencia de Ecopetrol en la búsqueda de petróleo en los últimos 26 años no ha sido la mejor.

Solamente hemos encontrado un yacimiento petrolero mediano (Apiay, 1982, con 250 millones de barriles) y otros muy pequeños que no tienen importancia desde el punto de vista de nuestras reservas petroleras.

Manifiesta el experto que actualmente Ecopetrol tiene un reto enorme, “no solamente para el futuro de la empresa sino para la estabilidad de nuestra economía.

Si en el lapso de tres años no tenemos resultados positivos en nuestra actividad exploratoria, irremediablemente tendremos que importarlo o comprárselo a las multinacionales que operan en el país y como consecuencia, la acción de Ecopetrol se irá al suelo. Como lo reconoció el presidente de Ecopetrol, Javier Gutiérrez, en el Senado, no hemos tenido éxito en la búsqueda de petróleo”.

En su interés por aumentar las labores de exploración y producción, Ecopetrol había presentado, en asociación con compañías como Shell y Talismán, las mayores propuestas por tres de los ocho bloques que ofreció la Agencia Nacional de Hidrocarburos en la ronda de crudos pesados. Los tres bloques suman más de 4,1 millones de hectáreas en los Llanos Orientales.

De otro lado, y en uno de los apartes de su análisis, el senador cuestiona la falta de previsión del Ejecutivo para haber aprovechado la época de las vacas gordas, cuando la cotización del barril del petróleo estuvo por las nubes.

“Lamentablemente, el Gobierno no tuvo visión comercial ni mucho menos financiera para aprovechar la bonanza de los altos precios. El 11 de julio de este año el precio del crudo superó el récord histórico, al cotizarse a US$147/barril. Es decir que en solo cuatro meses hemos tenido una caída del 65 por ciento, si tenemos en cuenta que esta semana la cotización del petróleo llegó a US$50/barril”.

Mejores precios

Insiste Serrano que “este gobierno ha gozado de los mejores precios en la historia petrolera colombiana pero ha desperdiciado la bonanza. Las transferencias a la Nación entre el 2002 y el 2007 fueron del orden de los 60 billones. Sólo en el 2007 Ecopetrol le transfirió al Gobierno central 12.4 billones de pesos y en los primeros diez meses de 2008, las utilidades de Ecopetrol se acercan a los 9 billones de pesos. Lamentablemente, las ganancias siempre se quedan en manos de la Nación”.

Considera el político liberal por Santander que “para el año 2009, con precios del petróleo a US$50/barril, las regalías seguramente pasarán de 4 billones de pesos a 2.5 billones de pesos, las utilidades se reducirán de 9 billones de pesos a 4 billones y las transferencias a la Nación disminuirán en 10 billones de pesos. Como se puede ver, estas son pésimas noticias para el Gobierno y los departamentos”.

Por otra parte, Serrano fue enfático en mencionar que el panorama laboral de la empresa estatal no es el idóneo, ya que existen preferencias salariales.

“El clima laboral de Ecopetrol no es el mejor. De acuerdo con los últimos estudios elaborados por firmas especializadas, los empleados de Ecopetrol no creen en sus directivas ni en sus políticas; no hay imparcialidad en los procedimientos laborales ni equidad salarial. Y lo más preocupante es que los trabajadores consideran que sus directivos no son íntegros. Este malestar obrero–patronal se traduce en mayor accidentalidad que necesariamente repercute en la productividad de la empresa”, sostiene.

Por último, el senador, que forma parte de la Comisión Tercera del Senado y es uno de los personajes en el Congreso que más ha estudiado el sector de hidrocarburos, insistió que “el Gobierno tiene que reducir el precio de los combustibles porque no es justo que mientras el valor del petróleo baje de una manera tan dramática, en Colombia sigamos pagando la gasolina y el ACPM como si nada hubiera pasado”.

Hace poco el ministro de Minas y Energía, Hernán Martínez, advirtió que a pesar del desplome de las cotizaciones internacionales del petróleo, el valor de los combustibles en Colombia no sería reducido. Dijo que los ajustes graduales continuarán aunque con menor intensidad, lo que supone que los aumentos mensuales serían muy inferiores a los decretados en los meses anteriores.



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