sábado, 21 de febrero de 2009

Se calienta la polémica por reducción de parafiscales


El recorte del 4 por ciento con destino a las Cajas generaría un impacto en las condiciones de trabajo decente de los trabajadores e impactará en el bienestar de la sociedad.

La reactivación de la polémica sobre los ajustes que se deben hacer a los aportes parafiscales, para amortiguar el efecto de la desaceleración de la economía, encendió las alarmas en las Cajas de Compensación Familiar, quienes explicaron que antes de hablar de recortes, se debe hacer un análisis sobre los beneficios que han generado los parafiscales a los trabajadores colombianos.

El Presidente de la Asociación Nacional de Cajas de Compensación Familiar (Asocajas) Álvaro José Cobo, reaccionó a una columna publicada por EL NUEVO SIGLO en el que se mencionaba que algunas Cajas de Compensación habían sido intervenidas por malos manejos, o se habían convertido en fortines políticos regionales. Cobo explicó que antes de medir el porcentaje por reducir, se debe analizar los beneficios que dejarían de recibir los colombianos.

“Las contribuciones parafiscales son un mecanismo de financiación, importante sí, pero apenas un medio para lograr un fin: la protección social. En el caso concreto del aporte del 4 por ciento a las Cajas de Compensación Familiar, debatir sobre la reducción o eliminación de aquél, comporta obligatoriamente la discusión sobre cuánto impactaría en el bienestar de los trabajadores colombianos y cómo se afectaría el sistema de seguridad y protección social”, dijo Cobo.

También reiteró que reducir del 4 por ciento los aportes con destino a las Cajas generaría un impacto no solamente de las condiciones de trabajo decente de los trabajadores sino que impactaría de manera superlativa el bienestar general de la sociedad.

El Presidente Asocajas reiteró que los recursos del Sistema de Subsidio Familiar son de los trabajadores y que modificar estos aportes no implica desfinanciar a las Cajas sino afectar el Sistema de Subsidio Familiar, descapitalizar al sector de los trabajadores y, en últimas, reducir la financiación de la protección social efectiva en el país, hecho que sin duda agravaría la actual situación.

“Por otro lado, los supermercados, hoteles, teatros, la recreación a no afiliados, así como las actividades de las Cajas en EPS, entre otros, están por fuera de las actividades que se cubren con el aporte de los empresarios y sus costos y gravámenes son idénticos a las obligaciones del sector privado. Por el contrario, los rendimientos que se obtienen de estas unidades de negocio se destinan al apoyo de los programas sociales” dijo Cobo.

Empleo

El Presidente de Asocajas reiteró que en ninguna economía del mundo, el empleo se mueve exclusivamente por los costos laborales, ni su generación depende de su reducción. La Ley 789 de 2002 da evidencia de ello en el país: los empleadores no quisieron hacer uso de eliminaciones de dichos aportes para la vinculación de trabajadores pues su contratación no depende de la existencia o supresión de la parafiscalidad.

“La racionalidad del empresario, legítima y propia, además de ser amparada constitucionalmente en Colombia, implica que su operación procura la maximización de utilidades, pero jamás se encontrará a un empresario que genere puestos de trabajo formales o no, para satisfacer mero interés social” explicó el dirigente.

Finalmente el Presidente de Asocajas dijo que “en épocas de vacas flacas se debe buscar al máximo la protección de los colombianos, especialmente de los más vulnerables, y como se trata de la aplicación de políticas públicas para la sociedad y para el bienestar de los asociados, la invitación es a no improvisar sobre especulaciones y supuestos.”


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