UN FRENTE común contra las personas que utilizan la red para realizar fechorías y la necesidad de que los beneficiarios de dineros fraudulentos sean rechazados por los usuarios financieros, plantea la presidenta de la Asociación Bancaria María Mercedes Cuellar para neutralizar este delito.La dirigente gremial considera necesario establecer medidas entre todos los sectores de la economía para frenar el accionar de los delincuentes. Según la Asociación, en el primer semestre del año se realizaron más de mil millones de operaciones en donde se movieron un total de 2 mil 266 billones de pesos y a través de los canales electrónicos 915 billones.
Cuellar reconoce que los avances tecnológicos han puesto a disposición del público y de los usuarios del sistema financiero nuevos canales para la realización de operaciones, pero que por descuido de la gente están siendo utilizados por malhechores.
La presidenta de la Asobancaria recordó que el número total de operaciones efectuadas son de alrededor 1.156 millones con un crecimiento de 9 por ciento frente al mismo período de 2009.
De este monto, 748 millones implicaron traspasos de dinero, 60 por ciento de los cuales se realizaron a través de canales electrónicos tales como cajeros automáticos, datáfonos, Internet, banca móvil y audiorrespuesta.
Dice Asobancaria que en el uso de estos medios se destacan los cajeros automáticos y datáfonos, que participan con 43 por ciento del total.
Además, la Internet se constituye en el canal predilecto para consultas de saldos (73 por ciento del total se efectúa por ese medio) y a través del mismo el número de transacciones aumentó 31 por ciento.
Advierte el gremio que el significativo avance tecnológico que registra el sistema financiero también ha facilitado el actuar de las organizaciones criminales.
“Hoy el cibercrimen se constituye en una ‘gran oportunidad de negocio' para los delincuentes”, dice el informe presentado por los banqueros.
La Presidenta del gremio considera que para combatir la criminalidad informática es necesario revaluar el concepto mismo que se tiene de “seguridad”.
Más que la seguridad física, adquieren cada día mayor sofisticación y relevancia la prevención del robo de información, los delitos informáticos y el espionaje electrónico, dice.
Es indispensable que las organizaciones empresariales en general, y no solo las bancarias, trabajen en la convergencia de estrategias y acciones que combinen tanto la seguridad física como la electrónica, la de información, gestión de riesgos y continuidad del negocio, recomienda la presidenta de Asobancaria.
Explica que el nuevo esquema impone una visión estratégica y precisa del apoyo de la alta dirección de las organizaciones empresariales, con el propósito de que redunde en una mirada integral de las mismas, e introduzcan sinergias adecuadas que aporten a la cadena de valor de las entidades.
Esta visión incluye factores tales como el recurso humano, los procesos, la tecnología, la infraestructura y los acontecimientos externos, de suerte que se facilite la identificación, medición y control de los riesgos a que se pueden ver enfrentadas, explica el informe.
A su vez, Cuellar recuerda que el sistema financiero ha venido llamando la atención respecto de la necesidad e importancia de que las organizaciones cuenten con profesionales cada vez más calificados y especializados en la identificación de las nuevas tendencias y comportamiento del delito tecnológico, capacitados para reaccionar de manera ágil frente a la investigación de los incidentes.
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