viernes, 7 de mayo de 2010

Por petróleo ingresarán US$50 mil millones en 10 años


El codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, analiza la situación del sector de cara a la competitividad.

SI EL sector petrolero sigue con la dinámica de exploración y explotación del crudo que actualmente desarrolla, durante esta década llegarán al país inversiones por 50.000 millones de dólares.

Así lo señaló el codirector del Banco de la República, Carlos Gustavo Cano, en un análisis de la bonanza petrolera del país. El alto directivo advierte que Colombia va a tener una llegada de divisas que sólo en inversión de petróleos va a alcanzar los 50 mil millones de dólares, sin contar con los ingresos adicionales ni de de los hallazgos petroleros adicionales.

Señala Cano en una entrevista con el sistema nacional de competitividad, que “contrario a lo que ha sucedido hasta el momento donde la mayoría del petróleo es de Colombia, de Ecopetrol, o de empresas asociadas, las nuevas inversiones provienen de capital extranjero, así que no todas las divisas de ese petróleo adicional que se va a encontrar van a ser de Colombia, sino que serán de las transnacionales que encontraron el petróleo y se lo van a llevar a sus países de origen”.

Indica el codirector del Emisor que “a pesar de que las divisas se irán al exterior, en Colombia quedarán ingresos tributarios impresionantes por dos conceptos: impuestos recaudados por el Gobierno Central y regalías para las regiones. Esa bonanza de recursos que vamos a comenzar a recibir no los hemos visto jamás y por eso es importante que el país defina lo que se va a hacer con ellos, porque pueden ser una bendición o una maldición”.

Argumenta Cano que de las ventajas no hay que hablar, pues son todas, la abundancia de recursos es muy buena para mejorar la infraestructura, la educación, la salud, para la competitividad. “Pero estos recursos también pueden llegar a ser ‘el estiércol del demonio’ si no se manejan bien. En este sentido, el país se enfrenta a dos grandes retos”, sostiene.

Retos

El primer reto es evitar la ‘enfermedad holandesa’ que consiste en que con una afluencia de recursos externos grande, más allá de lo previsible, se genera una apreciación (revaluación) del peso que puede desestimular el sector real de la economía distinto del petróleo. “Con esta situación se podría desindustrializar el país, desestimular la producción de bienes y servicios del sector real que son básicamente agricultura e industria”, dice.

Cano asegura que en Colombia ya se están buscando soluciones a la ‘enfermedad holandesa’ y actualmente se estudia el caso de países como Noruega, donde hicieron un fondo en el exterior, y que ya supera los 300.000 millones de dólares. “En este fondo han guardado los ingresos de la bonanza petrolera, evitando que se incorporen en la economía nacional y que compitan con en resto de divisas. Inclusive Chile está creando el Fondo del Cobre que tiene el mismo objetivo”, puntualiza el directivo del Banco Central.

El segundo reto, que es la otra cara de la misma moneda, es que los países con tantos ingresos caigan en la tentación y el peligro sentirse tributariamente ricos y eso provoca una “enfermedad para el trópico”. “Esta enfermedad desencadena que se desestimule la tributación del pueblo, y cuando un pueblo no tributa descuida los recursos y descuida el manejo público porque no le duele. Esta enfermedad ya está ocurriendo en algunas regiones de Colombia, donde la gente no paga impuestos porque viven de las regalías y tampoco cuidan de la cosa pública”, explica Carlos Gustavo Cano.

Para evitar que estas enfermedades ataquen la estabilidad y prosperidad económica del país, el Gobierno Nacional está tomando cartas en el asunto. Con el impulso del Presidente de la República, el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, el Banco de la República y Planeación Nacional se conformó un equipo que está trabajando en el diseño de una nueva regla fiscal.

Esta es una iniciativa supremamente importante para el mediano y largo plazo del país y para que las nuevas generaciones se beneficien de la situación actual.
Obviamente, esa regla fiscal es una iniciativa que no tiene mucha popularidad y queda un camino muy largo para que sea aprobada en acto legislativo, pero es necesario hacerla para que hoy no se ferien los recursos que le pertenecen no solamente a la generación presente sino a las próximas generaciones del país.

Así, sacar adelante la regla fiscal implicará hacer un trabajo monumental donde a través de la pedagogía y de una gran campaña política, se logre involucrar en la a todos los líderes y a la sociedad civil, a la academia, a la dirigencia, a las cámaras de comercio, a la ciudadanía, al votante.


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