
Gracias a las campañas de sensibilización, la mayor conciencia de los beneficios del sistema por parte de los empleadores y la consolidación de la Planilla Única de Liquidación de Aportes (PILA), aumentó en 8,3 por ciento la afiliación de trabajadores a los riesgos profesionales. Según las cifras reportadas al Ministerio de Protección Social por las administradoras (ARP), a diciembre del 2009, el sistema contabilizó 6,7 millones de personas.
Según Édgar Velandia, subdirector de la Cámara Técnica de Riesgos Profesionales de Fasecolda, “esto se traduce en una reducción importante en las cifras de evasión al sistema en la población dependiente, al pasar de 22,2 por ciento a 17,1 por ciento en 2009”.
Asimismo, las cifras de accidentalidad y mortalidad presentaron una importante reducción. El número de accidentes de trabajo durante 2009 se situó en 363.101 con una tasa de accidentalidad laboral de 5,4 por ciento frente a la de 5,8 por ciento de 2008. Siendo los sectores de agricultura, industria, minero y eléctrico, en su orden, los que presentan las tasas más altas, como lo reporta Fasecolda.
Por su parte, la mortalidad laboral también se redujo notoriamente, al pasar de 12,0 por 100.000 en 2008 a 10,1 por 100.000 en 2009, los sectores, minero, transporte y construcción son los que presentan las mayores tasas de mortalidad.
De acuerdo al asesor de seguros, José Domingo Bermejo, tanto los trabajadores como los empleadores, son ahora más conscientes que es mejor pagar cumplidamente la PILA, para evitarse complicaciones. Eso es lo que dispone la ley y siempre es mejor estar al día en esas obligaciones, que arriesgarse a cualquier eventualidad dentro de la empresa”.
Inversiones
Por otra parte y teniendo en cuenta el último reporte de Fasecolda, las administradoras de riesgos profesionales invirtieron durante 2009 cerca de 210.000 millones de pesos en programas y acciones de promoción y prevención en sus empresas afiliadas.
Indica Velandia que “cuando un empleador incumple la obligación legal de afiliar a todos sus trabajadores a una ARP o no paga oportunamente sus aportes, no solo se expone a que el Ministerio de la Protección Social lo sancione con multas que pueden llegar a los 260 millones de pesos, sino que asume directamente el riesgo de responder con su propio patrimonio cuando suceda un accidente de trabajo o una enfermedad profesional en uno o varios de sus trabajadores”.
Lo anterior implica que de no tener afiliados a sus trabajadores en una ARP, el empleador debe hacerse cargo de los costos por atención médica del trabajador lesionado o enfermo, del pago de la incapacidad temporal durante el tiempo que permanezca incapacitado, del pago de una indemnización si queda con secuelas permanentes, o en el peor de los casos, de asumir en forma vitalicia el pago de una pensión de invalidez o de sobreviviencia en caso de que el trabajador resulte inválido o fallezca como consecuencia de un evento laboral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario