viernes, 20 de marzo de 2009

Mayor reducción de intereses bajaría presión a economía


Están dadas todas las condiciones para que el Banco de la República siga con su política monetaria expansiva proveyendo liquidez a los mercados.

Si la Junta Directiva del Banco de la República continúa con el viraje que en los últimos meses le ha dado a la política monetaria del país, hoy deberá reducir las tasas de interés. Esta decisión no solo es esperada por los mercados, sino también por el Gobierno, como una medida adicional para permitirle a la economía una reactivación en estos momentos de desaceleración en el crecimiento.

Desde diciembre del año pasado, el Emisor cambió de rumbo la tasa de intervención que luego trasladan al sistema financiero, cuando los intereses alcanzaron un tope del 10 por ciento. En diciembre pasado la redujo en 0,50 por ciento y luego en enero y febrero en 0,50 por ciento y 1 por ciento, respectivamente, hasta colocarla hoy en 8 por ciento, acelerando la expansión monetaria.

“Unas tasas del 8 por ciento frente a tipos internacionales de 2 por ciento y hasta de cero como hoy las tiene la Reserva Federal de Estados Unidos, no representan ninguna atracción para los inversionistas. Además, dado el comportamiento a la baja de la inflación, que es el objetivo fundamental del Banco de la República, se abre un buen margen para que la Junta continúe bajando el costo del dinero. Yo creo que hay condiciones para por lo menos reducirlas en otro punto porcentual”, sostuvo Gerardo Bernal, de la firma comisionista Gesvalores.

Esta apreciación coincide con la expresada por el presidente de la Asociación Nacional de Industriales, Andi, Luis Carlos Villegas, quien en distintos foros ha insistido en la urgente necesidad para que las tasas de interés sigan cayendo, como un elemento adicional que le permita a su sector y a otros agentes de la economía, recuperar en algo sus pérdidas por culpa de la crisis de mercados.

Pero uno de los argumentos fundamentales para que el Emisor siga adelante con el recorte, es que frente al contexto externo, los bancos centrales se están moviendo hacia sus niveles mínimos. Así lo demuestran los de Brasil y Chile que recortaron su tipo de referencia en 175 puntos básicos y 150 puntos básicos.

Para Brasil, el mínimo es de 1.75 por ciento, mientras que para México es 7.0 por ciento. De allí que Colombia es el país de la región que tiene mayor campo de recorte de tasas tomando como referencia el nivel mínimo de 5.25 por ciento registrado en el año 2000.

El riesgo

Varios analistas, como los de gananciaóptima, estiman que si el Banco de la República decide ir más allá de bajar las tasas hasta el 6 por ciento, y con una inflación de 4,6 por ciento, la tasa de intervención real se ubicaría en 1.34 por ciento, similar al promedio desde el 2000 (1.57 por ciento).

Lo anterior implica que dadas las condiciones de inflación esperadas en Colombia, un recorte de tasas hasta el 6.0 por ciento parecería ser muy “tímido” debido a que esto llevaría a la tasa real a su nivel promedio, mientras un recorte hasta el mínimo histórico de 5.25 por ciento, sería más probable dado que suponiendo una inflación de 4.6 por ciento, la tasa real de intervención alcanzaría -0.89 por ciento y el mínimo histórico de este indicador es -1.7 por ciento. Esta situación es acorde con el crecimiento en las proyecciones de mercado, que esperan un decrecimiento en la economía colombiana mayor a lo previsto.

Según el decano de Economía de la Universidad de Los Andes, Juan Carlos Echeverri, “las tasas deben bajar, acorde con la situación económica del país, pero sobre todo con la disminución de la inflación de los últimos meses. Así como otros bancos centrales de América Latina y de Estados Unidos y de Europa, han reducido sus tipos, en Colombia todavía hay margen para un recorte mayor”.

Por su parte, el ex ministro de Hacienda Juan Camilo Restrepo también cree que este es un momento oportuno para que el manejo de la política monetaria siga por el rumbo expansionista. “La reducción de las tasas de interés es conveniente para toda la economía. Creo que en ese sentido, la Junta del Banco ha tomado decisiones acertadas en los últimos meses, tomando en cuenta que se han reducido las presiones de la inflación, pero que es urgente levantar la demanda y el consumo”, sostuvo.

Sin duda, la disminución de la inflación y las expectativas de inflación ratifican que la debilidad de la demanda interna y externa y la caída en los precios internacionales de los productos básicos, se están reflejando en menores presiones inflacionarias. La Junta tiene ahora una mayor confianza en que la inflación anual continuará cayendo en los meses siguientes y terminará dentro del rango meta a final del año.


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