
Todas las variables en el costo de vida, indican que en febrero se acrecentó la caída de la inflación por culpa de la disminución en el precio de los alimentos y en la poca demanda de los bienes transables. Casi todos los analistas y expertos, han señalado que en el segundo mes del año, el Índice de Precios al Consumidor, IPC, continuará con su tendencia a la baja debido a factores coyunturales, como la poca actividad del comercio, la estabilidad en el precio de los arriendos, el menor valor de los alimentos y la menor variación acumulada de los precios al productor, que en el primer bimestre fue de 0,31 por ciento.
La mayor parte de las fuentes consultadas por EL NUEVO SIGLO, manifestaron que posiblemente el IPC de febrero esté cercano al 0,85 por ciento. Un año atrás, el resultado fue de 1,51 por ciento, lo que significa que para este año el indicador podría caer a la mitad, de cumplirse con los pronósticos de los analistas.
Por ejemplo, para los consultores de gananciaóptima, “para este año ya se está dando la corrección en precios, que es relativamente fuerte. Esta corrección se basa en una reducción en costos de producción por impacto de la baja en precio de fertilizantes e insumos, que tiene una alta correlación con el precio del petróleo. Además hay una menor demanda de alimentos causada por menor crecimiento de China e India, y por un menor efecto especulativo en las bolsas de futuros”.
Por su parte los analistas de Fedesarrollo creen que “si bien la tasa anual de inflación continúa elevada como se demostró en enero con 7,18 por ciento y muy por encima de la meta de 5 por ciento establecida para finales de este año (como punto medio de un rango entre 4,5 por ciento y 5,5 por ciento), ya se está demostrando que los precios comenzaron a ceder, en especial por la menor presión ejercida por grupos como alimentos y transporte, los cuales tienen un peso importante dentro de la canasta. Adicionalmente, las expectativas de inflación lentamente continúan ajustándose a la baja”.
Poco consumo
A su vez, el analista de la Universidad Nacional, Jorge Rodríguez, sostuvo a EL NUEVO SIGLO que “los principales rubros que conforman la nueva canasta familiar que empezó a desarrollar el DANE desde enero, demuestran que las tendencias de la inflación serán a la baja, hay poco consumo, la gente está reemplazando algunos alimentos básicos por otros y en general los consumidores se están acoplando a la situación de crisis que está experimentando el país debido a la profunda desaceleración económica. Por eso la tasa de inflación será mucho menor a la de hace un año, posiblemente entre el 0,80 por ciento y el 0,90 por ciento”.
Dentro de los riesgos más evidentes para que el costo de vida no caiga más, está el comportamiento de la devaluación del peso, que puede afectar los componentes del Índice de Precios al Productor y por consiguiente al IPC. Otro elemento en contra puede ser la negativa del gobierno a trasmitir la reducción internacional de precios de los combustibles al mercado local, dejando que el precio de la gasolina permanezca estable. Adicional a estos factores, pueden añadírsele que los precios de los bienes regulados, no muestran una reducción importante.
“A pesar de estos riesgos, el 2009 será totalmente deflacionario. Por lo menos eso señala el análisis estadístico que realizamos y que incluye cifras totales, tres sectores representativos (según la metodología anterior de cálculo) y comparando el comportamiento desde 2004 hasta 2008”, indican los expertos de gananciaóptima.
De todos modos, las expectativas de inflación lentamente continúan ajustándose a la baja. Así por ejemplo, la última encuesta del Banco de la República indica que los agentes esperan que la inflación total se ubique en 5,15 por ciento en diciembre de 2009.
Es importante tener en cuenta que tanto la inflación total como la inflación núcleo (es decir, sin alimentos) y, más importante aún, las expectativas de inflación en Colombia, superan las de todos los países con esquema de inflación objetivo en la región. Así por ejemplo, mientras en Chile la inflación anual cayó de 9,5 por ciento en julio de 2008 a 6,3 por ciento en enero de 2009 y las expectativas de inflación para los próximos doce meses se redujeron de 4,5 por ciento a 3,5 por ciento entre esas dos fechas, en Colombia se ha observado una reducción de menor magnitud. Así, la inflación total apenas se redujo de 7,5 por ciento en julio 2008 a 7,2 por ciento en enero de 2009 mientras que las expectativas de inflación para los próximos doce meses cayeron de 5,52 por ciento a 5,28 por ciento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario