
Solano explicó que el nivel actual de la tasa de cambio genera una situación grave y crítica, no sólo para los floricultores, sino en otros sectores que son intensivos en empleo y que producen bienes transables para exportar y para el consumo en la economía local; además, agregó, “los floricultores son los más afectados por cuanto destinan toda su producción para la exportación, y sobre todo porque el componente en mano de obra es muy alto, es decir, cerca del 55 por ciento ó 60 por ciento, y no importa casi ningún producto de otros mercados, situación que pone en juego un número importante de empleos formales en el campo”.
El dirigente gremial advirtió que “si seguimos con esta tendencia revaluacionista, el sector puede marchitarse y perder su viabilidad. Hemos hecho un esfuerzo gigantesco para elevar la competitividad a base de una mayor productividad, reducción de gastos y de búsqueda de nuevos mercados, tanto que hoy estamos exportando a 89 países, especialmente bouquets (ramos y arreglos florales), que son productos de mayor valor agregado”.
Por su parte, el director de la Asociación de Cultivadores de Flores de Antioquia, Marco Alberto Ossa Ramírez, reconoció que hay una afectación directa a los trabajadores y a las familias que dependen de la floricultura, ya que esta actividad es la mayor generadora de empleo por hectárea de producción en el sector agrícola, al mantener 16.5 empleos por hectárea. “Esto ha generado un desequilibrio interno en todas las compañías, generando un problema complejo, pues muchas empresas se empiezan a colgar en sus pagos mensuales a los trabajadores, en el tema de las primas, de la seguridad social, crisis que ha venido siendo solventada de manera escalonada por los empresarios desde hace ya varios años”, precisó.
Según Solano, se calcula que han dejado de percibir cerca de 200 mil millones en los primeros seis meses del año. Cabe recordar, que esas exportaciones de flores están por encima de los 2.100 millones de dólares, que es un volumen muy importante, y allí no está incluido el valor del transporte aéreo.
El sector floricultor aporta 350 millones de dólares en fletes aéreos por concepto de carga de exportación de unas 240.000 toneladas cada año. De acuerdo con Ossa Ramírez, además de generar ingresos para muchas personas, el sector contribuye con seguridad en grandes centros urbanos como Medellín y Bogotá, especialmente. “Estamos hablando de otros 36 municipios donde hay pleno empleo gracias a esta actividad. No nos imaginamos cómo será el tema de la seguridad con estas personas sin trabajo, y sobre todo en actividades que exigen una preparación distinta”, manifestó.
Por último, Solano Mejía hizo un llamado al Banco de la República para que tome medidas para frenar el fenómeno de la revaluación, pues “el Banco tiene toda la capacidad técnica para proponer soluciones ‘buenas’ ante esta problemática que viene afectando al campo colombiano; lo único que pedimos es que haga algo para evitar una mayor afectación en los empleos y la competitividad del sector”.
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