martes, 20 de enero de 2009

Economía colombiana sufrirá por cambio de gobierno en EU


Con la nueva Administración en la Casa Blanca, liderada por Barack Obama, las prioridades económicas del país del Tío Sam serán salir pronto de la recesión. El comercio con Colombia quedará en un segundo plano.

Sin tener en cuenta si el Tratado de Libre Comercio es finalmente respaldado por el Congreso norteamericano, los efectos de la llegada al poder en Estados Unidos de Barack Obama, pueden tener un alto costo para la economía colombiana.

En esta oportunidad el significado de que un candidato demócrata ocupe de nuevo la Casa Blanca, va más allá de lo que encarnaron personalidades como Jimmy Carter o Bill Clinton, los dos últimos representantes de ese Partido que gobernaron a la primera potencia del mundo.

La coyuntura en la que llega el nuevo gobierno no es la mejor, dada la profunda crisis financiera que azota a Estados Unidos desde el estallido de los créditos hipotecarios o subprime y de la entrada en recesión de la primera potencia industrial.

Los efectos ante esta crisis no se han hecho esperar, debido a que se ha producido el efecto cascada que tanto temían los analistas. A la par con la caída de la finca raíz, luego empezaron a derrumbarse los bancos que respaldaban los créditos hipotecarios, hasta llegar a sectores tradicionales como el automotor.

Al extenderse la crisis debido a la poca demanda y consumo de los norteamericanos, rápidamente la economía entró en barrena hasta llegar la recesión con cuadros negativos en el crecimiento.

Bajo este panorama negativo es que llega la nueva administración a presentar planes de rescate financiero, que hasta el momento no han dado resultado, tras el anuncio inicial del gobierno de George Bush de inyectar 700.000 millones de dólares a empresas con problemas de liquidez.
Hoy, todos los esfuerzos del nuevo gobierno, de los funcionarios y del Congreso, controlado por los demócratas, están dirigidos a recuperar cuanto antes la economía y salir de la recesión.

Para Colombia, este anuncio y el cambio de las perspectivas comerciales con Estados Unidos, significan que por el momento se debe olvidar de un TLC que con seguridad va a ser retrasado.

“Lo que ahora toca trabajar es para extender todo lo que se pueda los acuerdos de preferencias arancelarias bajo la denominación de lo establecido en los convenios antidrogas o Aptdea”, asegura el analista Bernardo Rodríguez, experto en el tema del comercio colombo estadounidense. “Sin duda el comercio entre los dos países se va a reducir en el corto plazo, sobre todo en cuanto a las ventas nacionales hacia el mercado norteamericano. Desde luego que hoy la consigna en Estados Unidos es comprar primero lo nacional antes que adquirir productos importados. En este hecho salimos perjudicados, lo que puede significar que perdamos por lo menos un 20 o 25 por ciento de ese mercado”, añadió.

Hasta septiembre del 2008, las exportaciones hacia Estados Unidos llegaban a 11.367.962 millones de dólares, mientras que entre enero y el mismo mes del 2007 fueron de 7.429.934 millones de dólares. Mientras tanto, en el mismo periodo, las compras nacionales a ese mercado alcanzaban los 8.107.498 millones de dólares, cuando el año pasado en el mismo lapso alcanzaron los 5.743.023 millones de dólares.

Respecto a la balanza comercial, actualmente ésta es favorable a Colombia, con un superávit de 3.260.465 millones de dólares en los primeros nueve meses del año pasado, mientras que en el mismo periodo de 2007 fueron favorables al país en 1.686.911 millones de dólares.

Otro elemento adicional que se le debe añadir a que Estados Unidos frene el flujo de comercio, es que por lo menos a mediano plazo, será más proteccionista, lo que permitirá que eleve los aranceles a otros productos que actualmente están por fuera del Aptdea, pero que en Colombia hacen parte de los productos no tradicionales que son claves para la industria nacional, ya que generan una buena cantidad de empleo, como es el caso de los cueros terminados.

Adicionalmente, el otro efecto deberá provenir del cierre de créditos a los importadores de materia prima. Sobre este hecho, ya el Gobierno colombiano ha venido trabajando para que las empresas nacionales no tengan problemas de recursos para sus compras en el mercado externo.

Incluso ayer, el ministro de Hacienda Oscar Iván Zuluaga reconoció que el país va a tener serias dificultades para afrontar la crisis financiera internacional, y para ello el déficit presupuestado es de 3 billones de pesos. “Ante la coyuntura internacional, vemos viable un aumento del déficit que teníamos establecido debido a los menores ingresos en los tributos de 2,5 billones y a los mayores gastos”, reconoció el funcionario.


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