viernes, 26 de febrero de 2010

Tasas de interés no serían modificadas por el Emisor


El tipo de referencia que cobra el Banco de la República puede permanecer estable durante el primer semestre del año.

Aunque en el primer mes del año la inflación presentó un cambio de tendencia al alza, el Banco de la República no modificaría las tasas de interés cuando hoy se reúna la Junta Directiva. Esta es la percepción en general de los analistas e investigadores económicos. La razón fundamental es que en el panorama no se vislumbran presiones adicionales a las que resultaron desde enero por el impacto del fenómeno del Niño en la inflación de alimentos.

Según el analista y economista Juan Carlos Echeverry, “no existen elementos fundamentales como para que el Banco de la República altere las tasas de interés en el primer semestre de este año. Esos factores van a presentarse después en la segunda parte del año, donde se cree que la inflación pueda presentar ligeros incrementos”.

Echeverry, quien actualmente es asesor del ex ministro Juan Manuel Santos, dijo que las tasas actuales están acordes con lo que muestra el desempeño de los mercados, pero deben hacer reaccionar más la demanda y el consumo, ya que en estos momentos están bajas como para hacer que le gente adquiera créditos.

Con respecto al comportamiento de la inflación que generalmente incide en el rumbo de las tasas de interés, el economista criticó los anuncios del Banco de la República sobre los incrementos de inflación en el primer semestre del año, “ya que esa información generó incertidumbre en los mercados, hasta el punto que se incrementaron las tasas de los TES. Esa política pesimista alertó a los inversionistas que inmediatamente toman posturas de acuerdo a las declaraciones del Emisor. No se debe olvidar que los TES predicen qué va a pasar con la inflación o las tasas”.

El experto considera que el efecto del Niño será más fuerte que suave en 2010, por lo que se espera una inflación alrededor de 3,9 por ciento para este año.

Por su parte, el investigador de la Universidad Nacional Bernardo Ramírez también cree que el Banco dejará estables en 3,5 por ciento los intereses que cobra al sistema financiero, porque “todavía no se ha vislumbrado que los bancos centrales en América Latina empiecen a bajar las tasas; además, la coyuntura en Colombia no está dada como para modificar los tipos de interés cuando la economía apenas pretende crecer en medio de una recesión”.

La tendencia

A su vez, el analista del Bancolombia Daniel Niño considera posible que “en la reunión de la Junta el Emisor mantenga inalterada su tasa de interés de referencia teniendo en cuenta que se espera que la inflación sin alimentos ni regulados (que corresponde al componente más estable) mantenga su tendencia decreciente y que el repunte de la inflación total previsto para 2010 se traduciría en menores tasas de interés reales (consistentes con una postura monetaria expansiva)”.

De allí que el Grupo Bancolombia espera que la tasa Repo permanezca inalterada durante buena parte del año para otorgar el impulso monetario necesario para una recuperación económica robusta.

Otro hecho importante que prevén los analistas es que la tasa DTF continúe acercándose lentamente a la tasa de referencia. De tal forma es probable que, debido a los altos niveles de liquidez en el mercado, la DTF se ubique dentro del intervalo comprendido entre 3.90 por ciento y 4 por ciento efectivo anual en la próxima semana.

Otros expertos, entre ellos el asesor de la firma Gesvalores Roberto García, sostienen que las expectativas de inflación, medidas a través de las encuestas del Banco de la República, apuntan hacia un aumento de la misma en 2010, lo que sugeriría que la in¬flación va a mantener una senda baja y estable por un tiempo, mientras la economía mundial empieza a recuperarse lentamente.

“Todo esto implica que las tasas de interés reales no pueden ser arbitrariamente bajas por un período prolongado, sino que deben tomar en cuenta el logro de la meta de inflación de largo plazo. Por lo tanto, el nivel actual del 3,5 por ciento, que es claramente expansivo, no se puede mantener en el largo plazo puesto que, además de lo anteriormente expuesto, las decisiones de política monetaria deben tener en cuenta toda la información disponible (sobre el comportamiento de la economía y del contexto internacional) que pueda alterar los pronósticos macroeconómicos”, manifiesta García.

El economista argumenta que en la medida que la economía empieza a recuperarse, deja de ser viable mantener las tasas de interés en niveles muy bajos, puesto que esto generaría fuertes presiones inflacionarias en el corto y mediano plazos. En este sentido, una de las principales lecciones de la actual crisis financiera global es que bajas tasas de interés reales por períodos de tiempo muy largos, pueden generar inestabilidad financiera.


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