martes, 3 de febrero de 2009

tarifas de energía podrían superar este año el 30%


El anuncio del Gobierno y de la Creg, de que los precios del servicio crecerán por los planes de inversión de las empresas generadoras, no convence a los analistas.

Con la disculpa de que las empresas generadoras deben cumplir programas de ensanche y hay que construir nuevas hidroeléctricas, el Gobierno permitirá que los precios de la energía tengan incrementos superiores al Índice de Precios al Consumidor, IPC, en algunos casos hasta el 30 por ciento.

Así lo denunció el senador Hugo Serrano, uno de los analistas que mejor conocen este mercado. Sostiene el político santandereano que “contrario a todos los pronósticos, los servicios públicos esenciales deben mantenerse estables para facilitar el desarrollo de la productividad; pero en Colombia, los reajustes en los productos básicos son el pan de cada día y el dolor de cabeza de los usuarios, especialmente en las tarifas de la energía eléctrica”.

Señala Serrano que la producción de energía en nuestro país, es barata, si se compara con otros países, incluso de Latinoamérica, gracias a que disponemos de abundantes fuentes hídricas, mejoradas por las épocas invernales, lo cual nos ha permitido mantener llenos los embalses. “Resulta inconcebible e injusto el reajuste por encima del IPC en las tarifas de la energía que comenzaremos a pagar en las facturas de mayo, autorizadas por el Gobierno Nacional, por presión de las empresas generadoras, como si no tuviéramos suficiente con los altos costos de la menguada canasta familiar”, manifiesta.

Sin embargo, estas tarifas, que el año pasado aumentaron en 18 por ciento, podrían alcanzar en 2009 un 30 por ciento más, justificado por las compañías generadoras por la ampliación de sus programas de ensanche, la construcción de nuevas hidroeléctricas y el montaje de termoeléctricas, lo cual enrarecerá aún más el panorama económico colombiano. “¿De ser esto así, a dónde llegaremos?, pregunta Serrano.

Esta situación contradice lo anunciado por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) que a comienzos de año expidió una serie de normas con el fin de moderar los posibles aumentos en las tarifas de energía eléctrica, producto de los incrementos coyunturales en los costos de generación. Una primera determinación señalaba que los incrementos deberían producirse gradualmente en el tiempo. Así se da la opción a los comercializadores para que difieran en el tiempo los aumentos en la tarifa que superen el 2% mensual. Indicaban que, por ejemplo, si hay un aumento del 8 por ciento, éste se podrá diferir a 8 meses con un incremento mensual de 1 por ciento.

Los comercializadores

“De esta forma, cada comercializador de energía podrá diseñar su senda de tiempo según el monto de los aumentos. Es importante aclarar que para todos los casos para los usuarios de estratos 1 y 2 no habrá aumentos mayores al IPC”, explicaba en su oportunidad el director de la Creg Hernán Molina Valencia.

Ante las incoherencias y los posibles incrementos desbordados de uno de los servicios fundamentales para el desarrollo del país, el senador Serrano sostiene que “con razón algunos gremios, como la ANDI, han puesto el grito en el cielo, advirtiendo que el mercado no regulado (industrias), no está en capacidad de aceptar los incrementos que proponen los generadores de electricidad”.

Al efectuar un análisis sobre el mercado de la energía en Colombia, asegura que “ante la crisis financiera mundial, sus consecuencias en Colombia y la situación proyectada de nuestros vecinos como secuela de los menores precios del petróleo y un dólar caro, es casi seguro una baja de nuestros productos exportables. En estas circunstancias, si pretendemos mejorar nuestra productividad, debe trabajarse en función de la competitividad, cuyo principal eslabón es la energía. Por ello, los reajustes en las tarifas de la energía, amén de la cascada de alzas que se han generado en los productos populares, constituyen el más duro golpe para el sector más necesitado de la sociedad, que ve desbordada su capacidad de pago”.

Teniendo en cuenta su investigación sobre las tarifas de este servicio, el legislador manifestó que “ni los generadores ni los comercializadores de energía tienen razón en los reajustes tarifarios, pues en el último año los niveles de las represas han sido altos y por la situación atípica del clima, que se unirá este año a la primera época invernal, no se prevé que exista la posibilidad de una crisis energética como las ocurridas en el pasado”.

En su estudio, Serrano indica que “los costos de generación dependen de la competencia y de la capacidad de producir más energía. No obstante, a pesar de los nuevos proyectos en marcha que deberían presionar a la baja el costo de producción kilovatio, no hay perspectivas en el horizonte que representen un alivio para los consumidores y el gobierno se hace el de la vista gorda”.


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