miércoles, 21 de enero de 2009

Caída de la economía puede resultar abismal


En un entorno donde se habla de una profunda desaceleración del crecimiento, habrá agentes que recibirán un mayor impacto que otros. Pero las consecuencias serán para todos

Si se confirma que los efectos de la crisis financiera mundial ya están haciendo estragos en la economía nacional desde junio del año pasado, el resultado del último trimestre puede mostrar en toda su dimensión la situación de la desaceleración del crecimiento.

Para los analistas más pesimistas, el rendimiento del Producto Interno Bruto al finalizar 2008 pudo llegar al 1,5 por ciento. Sin embargo, otros expertos más realistas creen que con crisis y todo, la economía pudo alcanzar por lo menos el 3 por ciento.

“Con la caída de la producción industrial y las ventas, así como el freno de mano que se le puso a la construcción, lo más normal es que el Producto caiga, pero no a niveles desproporcionados, como algunos lo vienen prediciendo. Yo calculo que a la economía todavía le quedaban ahorros de los resultados de 2007 y del primer trimestre de ese año. Con ello no dudo que en el 2008 se pudo llegar al 3 por ciento”, sostiene el analista de la Universidad Nacional Jorge Rodríguez.

Por su parte, una entidad respetable de investigación como Fedesarrollo, se ha mantenido en su proyección de crecimiento del 3,5 por ciento para el año pasado, es decir, la parte baja del rango que se había establecido hace algunos meses. En un reciente informe señala que los sectores que más se ajustaron negativamente fueron la industria y el comercio, mientras que la construcción y la minería tuvieron un mejor desempeño. La industria manufacturera, de hecho, terminó el año con un crecimiento negativo de 0,2 por ciento, lo que representaría una reducción de 9,7 puntos porcentuales con respecto a 2007.

El comercio

El comercio, afectado por la disminución de la confianza de los consumidores, podría alcanzar un crecimiento de 1,2 por ciento, muy inferior al 8,7 por ciento del año anterior.

“Este año las cosas serán a otro precio con todo el impacto que se nos viene de la crisis, el cierre de mercados y la enorme dificultad que se presentará para alcanzar financiación. Pero yo sigo siendo optimista y creo con tanto que se ha hablado de crisis, que las empresas y la economía en general pueden reaccionar favorablemente a un entorno negativo. Lo que es negro para unos puede resultar muy blanco para otros. Esto significa que muy bien los resultados positivos se pueden rotar de ganador”, asegura Rodríguez.

Sobre este particular, Fedesarrollo asegura que el enfriamiento de la demanda interna y el difícil entorno internacional originarán una caída de la tasa de crecimiento de la economía por debajo de su promedio histórico. No obstante, se espera que la minería y la agricultura logren mantener un desempeño relativamente favorable en 2009.

El dinamismo logrado por el sector minero, favorecido por la fuerte llegada de inversión extranjera y por los altos precios alcanzados en el pasado, ha originado un incremento de las actividades de exploración y producción. Ejemplos de esto son el hallazgo de la gigantesca mina de carbón El Descanso, en el Cesar, y el incremento en la producción petrolera del país, que llegó a un mínimo de 525.000 barriles/día en 2005 y que, hasta octubre de 2008, llegó a los 584.000 barriles/día.

Si bien el panorama de precios es radicalmente distinto para 2009 (con precios más bajos), se espera que la minería mantenga un desempeño favorable, a lo que se añade un crecimiento aceptable de la actividad agropecuaria, debido principalmente a esfuerzos en el incremento de la productividad en los sectores ganadero y cafetero.

Con respecto al comercio, se espera que el crecimiento del sector experimente una reducción considerable, al bajar de 1,4 por ciento en 2008 a 0,9 por ciento en 2009, como consecuencia de los menores flujos de comercio exterior y de una reducción del consumo privado. Esto último se muestra en la evolución de la disposición de compra de bienes durables por parte de los consumidores, que en la última Encuesta de Opinión al Consumidor confirmó el debilitamiento que ha venido mostrando desde que alcanzó su máximo, en octubre de 2007.

Así, por el lado de la demanda, se estima que el consumo exhibirá tasas de crecimiento cercanas al 2,7 por ciento. Los factores que influirán negativamente en este rubro son la desaceleración del crédito por un sector financiero más prudente, la baja contribución del consumo público, con un crecimiento en 2009 cercano al 2,1 por ciento, y la devaluación, que encarecerá la canasta de bienes de consumo importados. Entre los factores positivos se destacan la reducción de la inflación, explicada principalmente por la caída de los precios de los productos básicos, y la relajación de la política monetaria, que ya comenzó.


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